El dragón rojo de Thomas Harris

Editorial DeBolsillo

410 páginas

Género: Novela Policiaca

Temáticas: Intriga, Investigación, Policiaca, Psicología, Thriller, Violencia

Leído en Diciembre de 2018

Mi Puntuación: 10

 
 
 
 
El dragón rojo se publicó en 1981 bajo el título de Red Dragon. Es la primera de las novelas de Harris donde aparece el personaje del doctor Hannibal Lecter, aunque como personaje secundario, no principal. Tras esta novela el personaje aparece en El silencio de los corderos (The Silence of the Lambs, 1988), Hannibal (1999) y Hannibal: el origen del mal (Hannibal Rising, 2006). Esta última es una precuela de El dragón rojo que cuenta la infancia y juventud del personaje. El dragón rojo se ha llevado al cine en dos ocasiones, la primera en 1986 dirigida por Michael Mann bajo el nombre de Manhunter y con Brian Cox haciendo de Lecter: la segunda y más conocida, del 2002, y dirigida por Brett Ranner que ya contaba con Anthony Hopkins interpretando al doctor.

Thomas Harris es un periodista y novelista americano, nacido en Tennessee pero que muy joven se fue a vivir a Mississippi. Reportero para Associated Press, sus buenos contactos en el FBI y su conocimiento de la agencia le inspiraron para crear los personajes de sus novelas. Se dice que el personaje de Jack Crawford está basado en John Douglas, creador de la psicología criminal y autor de uno de los últimos libros que he leído, Mindhunter, donde se nombra esta novela varias veces. Además de las novelas basadas en el personaje de Lecter, inmensamente conocidas gracias a la adaptación de El silencio de los corderos al cine en 1991, Thomas escribió Domingo Negro (Black Sunday, 1975) sobre un grupo palestino que intenta atentar durante la Super Bowl y que también fue llevado al cine en 1977.
 
Will Graham es investigador del FBI que lleva años retirado tras un enfrentamiento con Hannibal, el caníbal, un asesino psicópata que ayudó a atrapar y que casi acaba con su vida. Jack Crawford, antiguo colega suyo en la agencia vuelve a solicitar su ayuda y sus habilidades especiales para localizar asesinos en serie para atrapar al Duende Dientudo, un asesino de familias que está aterrorizando a la población americana. Will se adentrará en el caso, poniéndose en la piel de las víctimas y analizando las motivaciones de este nuevo asesino; para ello necesitará la ayuda de un viejo conocido, el doctor Hannibal Lecter, al que solicita ayuda para entender el perfil del nuevo criminal.

Novela psicológica y policiaca de libro tan bien escrita que, a pesar de que se publicó hace casi 40 años, no ha envejecido un solo día. No sobra ni una página y tiene todo lo que esperas en una novela de género: un crimen que atrapa, tensión hasta el final y unos personajes muy bien trabajados con un protagonista lleno de claroscuros y un antagonista lleno de matices. Conocedor de los estudios de psicología criminal que estaba llevando a cabo el FBI, esta es la puesta en práctica de una manera absolutamente brillante. Hace tiempo que no disfrutaba y me atrapaba tanto una novela policiaca.

El verdadero éxito de la novela es que el autor trabaja unos personajes que interesan y que te enganchan, necesitas saber más sobre ellos, complejos y llenos de aristas, son personajes reales. Will Graham, personaje sobre el que recae la trama principal, es uno de los investigadores más interesantes y mejor descritos de la literatura del género, al menos de la que yo haya leído; el autor nos introduce dentro de su cabeza, en sus pensamientos; conocemos su método de trabajo y los demonios que le atormentan. Lo que me da más pena es que he leído que no sale en los libros posteriores, simplemente lo mencionan pero en El silencio de los corderos su personaje es sustituido por Clarice Sterling aunque, que finalmente sus demonios interiores hayan podido con él es una conclusión, aunque triste,  profundamente coherente con el personaje.

Otro de los grandes aciertos de la novela es sin duda el retrato que hace del asesino y de su personalidad. Estudio psicológico exhaustivo de su pasado y de las circunstancias vitales que le han llevado a convertirse en la persona que es. El autor no le trata con condescendencia, incluso le da la posibilidad de salvarse, pero el mal que le acecha es demasiado grande. Por supuesto que no llegas a aceptar sus crímenes ni a ponerte de su lado, pero si puedes llegar a entender su mente enferma y las circunstancias que le han llevado a ese lugar. Es un ser malvado, pero tan bien descrito que sientes que necesitas conocer todo de él.

La estructura de la obra es muy cinematográfica. Va creando tensión de una manera vista muchas en la pantalla, entrelazando dos historias para ir creando tensión poco a poco mientras la acción se precipita; al estar contada desde dos puntos de vista el lector siente que tiene el control de la información mientras en realidad el autor va contando los detalles que le interesan y ocultando otros para favorecer la sorpresa. Estructura usada una y mil veces, pero el caso es que funciona y sientes que estás “viendo” la escena según la estás leyendo.  El crimen en sí es casi una excusa, un Mcguffin, para explorar la psicología de los personajes, pero está bien trabajado y no sientes que esa parte de la historia cojee.

Novela que me ha dejado con ganas de más y en breve me pondré con su continuación, El silencio de los corderos. Me ha encantado el estilo de escritura de Thomas Harris y me ha sorprendido lo muchísimo que me ha atrapado la historia y los personajes. Si os gusta la novela del género policiaco, considero esta novela una imprescindible.

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