La librería ambulante de Christopher Morley
Editorial Periférica
182 páginas.
Género: Novela Costumbrista
Temáticas: Costumbrista, Literatura
Leído en Noviembre de 2018
Mi Puntuación: 6
La librería ambulante se publicó por primera vez en 1917 bajo el título de Parnassus on Wheels. Es la primera de las aventuras de
Helen McGill, que continuaría con La librería encantada (The Haunted Bookshop,
1919).
Christopher Morley es un periodista y autor americano nacido en el estado de
Pensilvania en 1890. Estudió primero en el Haverford College, donde su padre era profesor de matemáticas, como posteriormente en la universidad inglesa de Oxford. Se convirtió en uno de los periodistas más prestigiosos de su
época recorriendo Estados Unidos y en 1917 publicó la que sería su primera novela, La librería ambulante. En 1939 publicaría una de sus obras más famosas,
Kitty Foyle, que fue llevada al cine con Ginger Rogers de protagonista.
Helen McGill es la orgullosa propietaria de una granja en el Estados Unidos rural durante la segunda década del siglo XX. Todo va bien hasta que su hermano Andrew se convierte en un importante novelista y abandona sus funciones en la granja
para desesperación de Helen. Un buen día, Roger Mifflin llega a la granja de los McGill con una camioneta llena de libros, deseoso de venderle la librería ambulante a Andrew para poder irse a Brooklyn a escribir sus memorias. Horrorizada con la idea, Helen
toma una drástica decisión, será ella la que compre la librería ambulante. En un momento de lucidez decide invertir todos sus ahorros y tomarse las primeras vacaciones de su vida, lanzándose a la aventura al bordo de su nueva librería.
Todo depende de las expectativas y las mías al leer este libro eran bastante altas. Una obra sobre libros y que además tenía tan buenas críticas lo tenía todo para gustarme y cuando leo un libro esperando tanto, es complicado. Me ha parecido
un libro entretenido con una historia entrañable, pero sin más. El tipo de humor es demasiado sutil, sin acercarse ni de lejos a la agudeza de Edmund Crispin o Wodehouse, que es el tipo de humor absurdo inglés que realmente me gusta; es un tipo de humor costumbrista
que satiriza las costumbres y personajes pero desde una perspectiva amable y, quizás un poco condescendiente.
La obra es bastante cortita, podría leerse en medio día si tienes tiempo y consigues que te enganche. Los tres personajes principales están muy bien definidos, de manera arquetípica y esquemática, pero al ser una obra tan corta te dejan
un poco con ganas de más, sobre todo de las parrafadas del loco librero. La novela está escrita en primera persona, por lo que conocemos todo tipo de tribulaciones de la protagonista, Helen McGill y sus descripciones de sus coprotagonistas tal y como ella
los ve: su egoísta hermano y el pelirrojo dueño de la librería errante. Es este último el personaje el mejor descrito, el que tiene más matices y se sale un poco más del esquema y por lo tanto el más interesante y original.
Habla menos de libros de lo que me hubiese esperado, pero claro, la protagonista en realidad no una gran conocedora del mundo literario, la librería ambulante es más bien una excusa para descubrir el mundo, para dejar atrás una vida dedicada
a cuidar de su hermano, a la cocina, a la granja y liberarse por fin, una metáfora de la búsqueda de la libertad y a escapar de las barreras impuestas por la sociedad. Este trasfondo es sin duda lo más innovador del libro, teniendo en cuenta que fue escrito
a principios del siglo XX y por un hombre y, aunque trate a Helen McGill con condescendencia, al fin y al cabo es un canto a la liberación de la mujer y a su derecho a vivir la vida como quiera, sin supeditarse a ningún hombre. Esta tesis queda un poco desdibujada
al final de la obra con un enamoramiento de última hora, un poco cogido con pinzas. Al final para conseguir su libertad y que la sociedad se lo permita, debe casarse con su liberador. Pero para una obra del 1917, lo cierto es que es un planteamiento feminista
muy renovador para la época y debe de ser tenido en cuenta.
No me ha dejado con ganas de leer la segunda parte, quizás dentro de un tiempo me anime, pero por ahora siento que la historia que cuenta está cerrada y no me pide el cuerpo continuarla. El libro y sus personajes no me han tocado lo suficiente
como para querer continuar sus aventuras. Para pasar un rato entretenido.
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