Los falsificadores de Bradford Morrow

 

Editorial Siruela. Colección Policiaca

220 páginas.

Género: Novela Suspense

Temáticas: Intriga, Investigación, Literatura, Psicología, Thriller

Leído en Agosto de 2018

Mi Puntuación: 5


 

Los falsificadores se publicó en 2014  bajo el título de The Forgers.

Bradford Morrow es un autor estadounidense nacido en 1951. Ha escrito numerosas obras de todo tipo de géneros, poesía, historias cortas, novela y es además editor/fundador de la revista literaria Conjunctions, además de profesor universitario de literatura (actualmente en el Bard College).

Esta novela de suspense comienza con el asesinato de Adam Diehl, coleccionista de libros raros al que encuentran en su casa con un golpe en la cabeza, sin manos (que además han desaparecido) y rodeado de libros de su colección a los que les falta una página arrancada. A través de su futuro cuñado, coleccionista también y ex-falsificador,  nos adentramos en el extraño mundo del libro raro y de la falsificación, un mundo en el que parece que Adam estaba profundamente metido y, quizás, haya tenido que ver con su asesinato.

Este comentario contiene detalles de la novela que develan parte del argumento y el final de la historia, por lo que si no lo has leído recomiendo no seguir con la lectura del mismo. SPOILER

La obra, escrita en primera persona, está planteada en dos partes. Una primera parte apasionante, de puro thriller y novela de asesinato, donde presenta un crimen sin pistas y un mundo, el del libro raro, que puede aportar diferenciación a la historia y un contexto muy interesante. Sin embargo, pronto nos damos cuenta que al autor no le interesa el crimen y pronto se desentiende del mismo, es simplemente una excusa para explorar, ya en la segunda parte, la psicología de la culpa y la mente criminal. Y es ahí donde, desde mi punto de vista, la obra naufraga.

Tanto la sinopsis como el planteamiento te atrapan, lo que no es fácil, y consiguen que cojas la novela con mucha fuerza y leas compulsivamente el comienzo; está claro que el autor conoce bien el mundo que describe y todo el submundo de la falsificación se plantea de una manera apasionante. Tiene lo que le pides a una novela de género, un crimen que te atrape y un comienzo arrollador.

Es quizás por ese comienzo tan prometedor que la decepción que sentí según avanzaba en la lectura fue mayor. A medida que el protagonista abandona cualquier pensamiento sobre crimen y se centra en sus diatribas amorosas, su obsesión por describirnos el tiempo en Irlanda y, al fin y al cabo, su monótono día a día como hombre de bien, la novela se convierte en un sopor. Intenta transmitir la tensión que siente el protagonista al sentirse observado, crear una atmosfera obsesiva y opresiva, que el lector se sienta aprisionado ante esas situaciones. El problema es que no lo consigue.

Para el planteamiento de la novela el uso de la primera persona es imprescindible, el crimen en sí da igual, el verdadero interés está en explorar la sique, la culpa y de la angustia del protagonista. En este sentido es un éxito ya que realmente consigue transmitir los que es vivir en el pensamiento del protagonista, sus sentimientos o como se siente un auténtico falsificador. Sin embargo, llega a un punto que resulta cansina y provoca que el protagonista te caiga mal. Es un pesado, tanto darle vueltas a lo mismo una y otra vez, una y otra vez. Intenta que sientas su angustia, pero sólo consigue mi cero empatía que quiera acabar el libro rápido.

Lo del resto de personajes no tiene nombre. Al que se presenta como “villano” de la historia, el que se supone que tiene que sumir al protagonista en esa atmosfera de opresión y miedo, no parece más que un pobre hombre y, es en su relación con el protagonista donde asoman los mayores agujeros de la historia. Después está el personaje de la mujer, del que conocemos su resplandor, su luz, que es valiente, decente, honrada, maravillosa, estupendísima... y lo feliz que hace al protagonista. Como quiere cambiar por ella, como llena su vida. Es un personaje plano y sin interés.¿Cuántas veces se puede describir a alguien como una persona luminosa? ¿Esa mujer no tiene ni otra sola cualidad en el mundo? Aparte de su obvia inocencia, claro.

Y por supuesto está el final… ese final. Entiendo que el autor no pretende que sea sorpresa, porque es más que obvio desde mitad del libro. Es normal que el autor de pistas, pero le han salido demasiado evidentes.  Pronto te das cuenta que la primera persona no es más que un engaño, ya que sólo “piensa” en lo que quiere pensar, y esa certeza a mí me hizo ponerme de muy mal humor. Eso y las cuatrocientas descripciones sobre el tiempo en Irlanda. Sería un final original si no estuvieses deseando que el libro se acabe y no odies tanto al protagonista y sus diatribas que lo único que quieres es que comenta un error y le pillen. Aquí la que da pena es la mujer, que resplandece mucho pero no se entera de nada.

El inconveniente de que sea tan obvio es que te das cuenta demasiado pronto de las lagunas de la historia. En estos casos de final sorpresa, tienes que repasar la lectura para ir buscando las dobleces a la “historia oficial” pero en este caso esas dobleces ya las encuentras en la lectura inicial. Para mantener la charada del final sorpresa las acciones del protagonista no tienen sentido, principalmente su relación con el gran villano de la historia. Estamos hablando de una persona que asesina a su cuñado de manera fría y calculadora, básicamente porque hace lo mismo que él y le quiere separar de su amor. Lo hace y no piensa más en ello.  Y, cuando llega una persona que le pone EXACTAMENTE en la misma situación (falsificar y planear con destruir su perfecta vida marital), ¿¡le paga una millonada!? ¿por qué?¿Por qué no lo mata a sangre fría como la otra vez? No le encuentro sentido la verdad

Lo cierto es que la novela es un quiero y no puedo. Le he puesto un cinco porque la verdad es que la cogí con muchas ganas y tiene una primera parte apasionante, pero el resto no es para mí y me ha resultado muy difícil acabarla.

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